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sábado, 4 de junio de 2011

ANIMALES DEL AGUA




La captación del agua por los animales puede ser bebiéndola o ingiriendo alimentos húmedos o a través de la superficie del cuerpo. Algunos tienen la capacidad de retener en el cuerpo el agua metabólica, resultante de la oxidación de los alimentos, como el "pescadito de plata" o lepisma, que vive en las casas y que nunca bebe agua, porque la obtiene del proceso oxidativo de la celulosa que consume.

La pérdida de agua se produce por excreción (sudor), defecación (orines) y evaporación. El balance hídrico depende también del medio ambiente, es decir, de la humedad, la temperatura, el viento y la humedad de los alimentos.





La vitalidad de los animales está sujeta en gran parte a la capacidad de soportar cambios en el balance hídrico y a la facultad de evitar cambios perjudiciales mediante dispositivos de protección o procesos de regulación.

Según el rango de adaptación a zonas de mayor o menor humedad se distinguen grupos de animales de distinta tolerancia:

· Acuáticos: que deben estar bañados continuamente por el agua y vivir en ambientes acuáticos. Pertenecen a este grupo los peces, algunos anfibios (ranas y sapos acuáticos y sus larvas o renacuajos), ciertos mamíferos (ballenas, delfines y cachalotes) y muchísimos invertebrados (estrellas de mar, erizos, malaguas, etc.).

· Mesófilos: que tienen cierta defensa contra la evaporación, como los caracoles, las arañas y muchos insectos, pero siempre necesitan de un ambiente húmedo para mantener el agua en sus cuerpos.

· Higrófilos: que necesitan alta humedad ambiental, como las babosas, los chanchitos de humedad, las lombrices, etc. Sin un ambiente muy húmedo no logran sobrevivir.

· Xerófilos: con defensas especiales contra la evaporación, como son cutículas y caparazones, o que asimilan continuamente agua a través de los alimentos. Este es el caso de las aves, de los reptiles (tortugas) y de la mayoría de los animales terrestres. En esta categoría existen muchas variantes. Algunos animales están más adaptados a los ambientes secos que otros. Los animales del desierto costero pueden vivir con una mínima cantidad de agua, que obtienen sólo a través de los alimentos, sin beber agua durante mucho tiempo o nunca. La perdiz de las lomas costeras (Nothoprocta pentlandi) obtiene el agua indispensable comiendo bulbos jugosos de ciertas plantas. Los caracoles de las lomas costeras (con 9 meses de sequedad) se refugian debajo de las piedras, sellan la entrada y pasan el periodo seco sin actividad. Este proceso se llama estivación.






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